Abandoned boats in marinas

Barcos abandonados

En casi todos los puertos deportivos se encuentran embarcaciones en situación de abandono. Esta circunstancia, además del perjuicio que causa para las arcas de los puertos deportivos, presenta otros efectos negativos sobre la imagen del puerto y por analogía sobre la imagen de la náutica de recreo. Igualmente debe de tenerse en cuenta el impacto ambiental negativo de los barcos en situación de abandono.

Si además de todo lo anterior tenemos en cuenta que estas embarcaciones están ocupando un espacio muy preciado en los puertos y que perfectamente podrían emplearse por usuarios que utilicen los barcos, nos encontramos con una situación que merma la capacidad de crecimiento y competitividad de la náutica de recreo, que debe de ser resuelta en beneficio de los usuarios y profesionales del sector.

Para abordar el problema debe de tenerse en cuenta como mínimo lo siguiente:

1.- El tratamiento de los residuos y los procedimientos de desguace de embarcaciones

2.- La regulación de los procedimientos por los cuales se puede desguazar o movilizar una embarcación cuyo propietario se encuentra en paradero desconocido.

Con relación al tratamiento de los residuos el problema fundamental se encuentra en el tratamiento del poliéster reforzado con fibra de vidrio que forma parte de las embarcaciones, ya que por su naturaleza y características físico-químicas no existen tratamientos rentables para su reciclaje y reutilización. Se conocen experiencias de aprovechamiento de estos residuos una vez triturados y convertidos en fino polvo, bien sea como aglomerante de carreteras, como combustible alternativo en hornos para la fabricación de cemento o como aditivo en la fabricación de vidrio celular.

También con relación a los residuos, cualquier procedimiento de desguace de embarcaciones debe tener en cuenta la gestión de los residuos peligrosos, como los aceites usados, filtros, baterías, restos de combustibles, envases contaminados con sustancias peligrosas y otros que requieren un tratamiento especial debido a su peligrosidad para el medio ambiente.

Los procedimientos de desguace deben de garantizar el menor impacto ambiental posible tanto del transporte como del consumo de energía, generación de ruidos, emisiones y partículas, así como la logística del transporte de las embarcaciones hasta el centro de tratamiento.

Desde el punto de vista de la regulación y capacidad del puerto para movilizar embarcaciones cuyo propietario no se encuentra y ha abandonado el barco, la náutica de recreo puede inspirarse en la experiencia y regulación de los vehículos abandonados en la vía pública o en talleres.

Esta materia debe formar parte de la agenda de trabajo para buscar una adecuada regulación por parte de las autoridades marítimas europeas y de sus estados miembros.


JOSE LUIS FAYOS

GLOBAL MANAGEMENT Consultoría Náutica

jlfayos@gmanagement.net